

Desde la Terapia Gestalt se concibe al niño como un ser holístico, siendo importante entenderlo en relación a su contexto: familia, colegio, amigos…
En el tiempo que llevo trabajando, he observado la necesidad de poner en práctica las habilidades de contacto humano que nos apoyan hacia un crecimiento sano: escuchar, pedir, dar, recibir, tolerar, negociar… y son estas habilidades las que tratamos de recuperar en el proceso terapéutico, acompañando a los niños a través de diferentes técnicas de terapia de juego. Y apoyando a las madres y los padres en este aprendizaje.